jueves, 3 de mayo de 2018

[UN CLÁSICO DE VEZ EN CUANDO] Hoy, con "Las nubes", de Aristófanes



Talía, Musa de la Comedia, por Giovanni Baglione


En la mitología griega, Talía (Θάλεια) era una de las dos musas del teatro, la que inspiraba la comedia y la poesía bucólica o pastoril. Divinidad de carácter rural, se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo y, a veces, un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias. Era hija de Zeus y Mnemósine, y madre, con Apolo, de los Coribantes.

Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar a los clásicos, de manera especial a los griegos, y de traerlos a colación a menudo. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso de la Historia y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Continúo con esta entrada la nueva sección de Un clásico de vez en cuando dedicada a las obras de autores grecolatinos, subiendo al blog la comedia Las nubes, de Aristófanes, que pueden leer en el enlace inmediatamente anterior. Disfrútenla.

Aristófanes (444-385 a.C.) fue un comediógrafo griego, principal exponente del género cómico. Vivió durante la guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su posterior derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a.C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.

Las nubes es una comedia temprana de Aristófanes en la que realiza una fuerte crítica de los sofistas y sus enseñanzas, sin que falten los temas y personajes de actualidad en la Atenas de finales del siglo V a.C.. La obra destaca también por contener la referencia histórica más antigua que se conoce sobre la figura de Sócrates, al que presenta como un sofista. Fue representa por primera vez el año 423 a.C., obteniendo el tercer premio  en las Dionisias de aquel año. 

Las nubes trata de un padre, Estrepsíades, y su hijo Fidípides, joven fanático de la hípica y los caballos que ha contraído una serie de deudas que no tiene intención alguna de pagar. Estrepsíades manda a su hijo Fidípedes a estudiar al  Pensatorio de Sócrates, una especie de escuela donde enseñan por dinero las diversas disciplinas sofísticas, y especialmente, a defender con igual valor un argumento y su contrario, pensando que con ello saldrá con bien de todas las deudas contraídas por su hijo al poder ganar los juicios en su contra. Fidípides se niega a ir, así que es Estrepsíades el que termina yendo al Pensatorio. Al llegar, encuentra a Sócrates colgando de un cesto, que comienza hablándole del cielo con argumentos que demuestran que Zeus no existe y que las Nubes también son diosas, pero Estrepsíades es un hombre rústico y olvida todo lo aprendido,así que Eptrepsíades vuelve al Pensatorio con su hijo y ambos aprenden los trucos para argumentar y sostener al mismo tiempo una opinión y la contraria. Cuando ambos vuelven a su casa y llegan los prestamistas, Estrepsíades les dice que no les teme y que no les pagará, confiando en que su hijo les convencerá defendiendo argumentos en contrario de su pretensión... Y lo siento, si quieren saber el final tendrán que leer la comedia...




Representación actual de Las Nubes, de Aristófanes



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






Entrada núm. 4431
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Estoy cansado de que me habléis del bien y la justicia; por favor, enseñadme, de una vez para siempre, a realizarlos (G.W.F. Hegel)

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