domingo, 1 de octubre de 2017

[A vuelapluma] Homenaje a España





Detesto los melodramas, y más cuando adquieren caracteres esperpénticos. Hoy, 1 de octubre, día en que una parte de mis conciudadanos se manifiestan y reniegan de su patria común, confunden y mienten a otros españoles con el uso y abuso de conceptos como soberanía, democracia, ciudadanía, pueblo, país, patria, gobierno, nación y Estado, conceptos que sin duda se merecen un mínimo de respeto y rigor cuando se emplean, me gustaría reivindicar a esa España que a todos nos acoge y ampara. Sin vergüenza alguna y con orgullo. 

Hace un tiempo, durante varios meses, subí a Desde el trópico de Cáncer lo que algunos de los más grandes poetas españoles contemporáneos han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España.

Gabriel Celaya (1911-1991), fue uno de ellos. Nacido en Hernani (Guipúzcoa) estudio en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoció a Federico García Lorca y otros poetas de la época que lo encaminaron a la poesía social o comprometida, como Blas de Otero o Eugenio de Nora. En 1986 obtuvo el Premio Nacional de la Letras Españolas. Murió en Madrid en 1991. Les dejo con su poema "España en marcha".



ESPAÑA EN MARCHA
por 
Gabriel Celaya

Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a 
sus muertos.

Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos turbia y fresca, un agua que atropella sus
comienzos.

Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.

Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aun nunca logró mostrarse puro entero y verdadero.

De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somo quines somos golpe a golpe y muerto a 
muerto.

¡A la calle!, que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.

Españoles con futuro, 
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.

Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.

Vuelvo a decirte quien eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que
empiezo.

No quiero justificarte
como haría un leguleyo.
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.

España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.




Gabriel Celaya



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos.  HArendt



HArendt






Entrada núm. 3878
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)